Tras una traición familiar, María Silva recupera su identidad y, junto a Hugo Castro, descubre la verdad, se venga de sus enemigos del pasado y encuentra el amor y una nueva oportunidad.
Miranda Herrera fingió ser vendedora de pescado y casó con Felipe Muñoz 3 años. Tras el divorcio, reveló su verdadera identidad de heredera de los Herrera y contraatacó las humillaciones de Felipe y su amante, Julia con poder y dinero. Con apoyo de su prometido, Emilio Vicente, logró vengar y desenmascarar los planes de Felipe.